Lo sentimos, pero los tiempos gloriosos de esta vieja era están acabando, dejando atrás infinitas memorias en el olvido sin oportunidad de ser rescatadas por algún ser interesado en seguir adelante, evolucionar y negarse a repetir los mismos errores.
Pobre del vivido soberbio, porque él será su ruina temprana, donde su único recuerdo serán sus labios besando la madera podrida que ahora llamara hogar y sus nuevos vecinos le quitarán lo que alguna vez fue suyo desde dentro.